miércoles, 27 de enero de 2010

Cabilas

Tengo faltas ortográficas que no corregí
¿Y qué? Tengo un borrón, pero es legible
La letra que entoné, ahora la uso de diana
Y ahora lo único que quiero, es pasar de ti
Si quieres algo conmigo que nos separe
El plástico, no soy apático, es que cerré,
La puerta del cerro y herró el fallo.

viernes, 22 de enero de 2010

Perdidas.

- ¿Donde vas chaval?
- Buscando a mi madre que se ha perdido
Entre el gentío era a alta y guapa-
- ¿Porqué te alejaste de ella?
- Porque quise coger un caramelo, pero
por ese anhelo estoy perdido-
- Tu madre te da caramelos, eres
un poco necio-
- Si lo sé, perdí mi norte por buscar
un beneficio.-

martes, 12 de enero de 2010

Capitulo 2º

Capitulo 2º
-Bien aceptaremos el trabajo, siempre es un placer hacer tratos con la familia “Ave Alcázar”- dijo Mario, mientras Canuto y Chencho sacaron unos litros para celebrar el trato y el buen entendimiento en el negocio. Algo ocurrió de repente una bala atravesó el cristal y alcanzó a Canuto en el hombro.- ¡Mierda!, ya están aquí los “Solo Café” Chencho ve a la ventana a comprobar cuantos son, yo te cubro- -No Canuto hay una cosa mejor- Chencho se bebió un litro de trago en un segundo, con el casco y un poco de queroseno que había en una lámpara hizo un hizo un cóctel molotov.
-¡Cabrones!- dijo esto y lanzó el improvisado artefacto por la ventana y acto seguido se fue a realizar la orden que le indicó Canuto; -Estamos rodeados habrá que pedir refuer...- Chencho se tiró al suelo y se puso las manos en la cabeza ya que Mario lanzó una granada, entonces apareció castillo con una Zb 26 y un tanga de leopardo –¿Castillo que opinas?- le inquirió Mario al verle con esa facha- ¿ Es que no me combina el tanga con la munición? Es una nueva prenda que he inventado pero en fin voy a cambiarme.- Anda tira a matar “solo cafés”- respondió Mario mientras tanto Canuto llamó a Don José para que mandara al grupo de elite, -Don José estamos rodeados por los cabrones de los “Solo Café” necesitamos apoyo inmediato o esos malditos bastardos acabaran con nosotros-. Se incorporó y se fue con “Petao” a defender el piso de arriba, pero antes de que subiesen el primer piso se detuvieron en seco ya que empezaron a sonar sirenas de policía los “Solo Café” huían despavoridos, echaron la puerta abajo y a punta de Tompson la policía local los redujo –Suéltame cabrón no sabes con quien estas tratando.-Decía Chencho mientras que forcejeaba con dos policías que le tenían agarrado para ponerle las esposas, de repente Canuto se despojó de los policías y fue a liberar a Chencho, “Petao” y Mario pero antes de que pudiera hacer un policía le propino un golpe en la nuca con la culata de una pistola dejándolo inconsciente y el resto fueron metidos en coches policiales.
En la mesa había cuatro personas charlando amigablemente de negocios, Don José coqueteaba con un hermoso papagayo a la vez que hacía aros de humo con la boca.
- Es un placer hacer tratos con usted Don José me parece muy buen negocio que halla comprado nuestra compañía de taxis “Nano”- dijo Iván con una sonrisa de oreja a oreja.
- Nada Iván nada simplemente con el dinero que me dejara tu empresa espero comprarle un bonito regalo a mi prometida Sofía, un pasaje de lujo en el barco Titanic, dicen que es el barco más potente del mundo-. De repente apareció en la sala el Rojas;
- Caballeros os presento a unos de mis mejores hombres, Rojas también conocido como Carretera- dijo Don José – Señor tiene un momento quiero comentarle una cosa en la sala contigua- pasaron unos minutos y Don José entró en la habitación donde se estaba realizando el negocio,- Bien caballeros agradezco su visita, si me disculpan tengo un asunto que atender- Se despidieron cordialmente y el anfitrión les acompañó a la puerta del local Don José cogió la gabardina y se caló el sombrero, salió a la calle y Carreteras le esperaba al volante de un Ford Sedán, del barrio de Avilas Rojas se dirigieron al centro de la ciudad con rumbo al ayuntamiento.
Dos guardias apostados en ambos lados de la entrada de la puerta trasera del ayuntamiento que daba a la magnifica plaza vieja donde se encontraban el Salvador, Santamaría y el Parador, saludaron al Don a su llegada este se quitó el sombrero y la gabardina y se la dio a Rojas a la par que le indicó que le esperara en el coche. Subió la escalinata que daba al patio que tenía una fuente de mármol en el centro acto seguido pasó al despacho del alcalde de Don Francisco Lozano –Buenas Don Francisco- saludó Don José. – Bu...Bu...enas- dijo el alcalde a la par que soltaba a una secretaria que nerviosamente se ponía una camisa desabrochada con mucha pasión.- No sabía que vendría no me envió a nadie para decírmelo... y...-¡Callé! No hubiese venido si usted no hubiese retenido en una prisión a dos de mis mejores hombres-. –Ya pero desde arriba llegan muchas presiones, que si tengo que acabar con la mafia y yo simplemente soy un mandado- -Bien o sea que tienes que acabar con la mafia... ¡La mafia que te dio el cargo, que eliminó a tus opositores políticos, que puso paz en las calles cuando las otras familias hicieron de ellas un infierno que tanto te ha dado!- Don José respiró profundamente y se relajó- Bien Don Francisco quiero que me diga si va a liberar a mis hombres- -No puedo Don José las presiones de las altas esferas políticas son impresionantes...- -Ya me lo has dicho todo don Francisco, habrá que hacerlo todo por las malas...-No Don Francisco... no puedo hacer que parezca una ayuda mía... ya se haremos que tus hombres entren y mis guardias no ofrecerán resistencia.- -Esta bien Francisco espero que recuerdes para la próxima vez quien te dio tantos favores-.
-¿Don Vito Corleone? Me alegro de hablar contigo, hombre tito no pasa nada por aquí las cosas van bien quiero que me mandes a mi primo Carlo “El Jefe” si es posible quisiera darle un cargo en la administración publica-.

jueves, 7 de enero de 2010

Y que si me rompo en mil pedazos
Dejé de ser tu perro,
Para dibujar mis trazos
Y el retazo de un dolor
Del que me hice una luz
Para alumbrarme el camino,
Aquel que no debo seguir
De vivir de una botella
A vivir de mi risa sin prisa.