sábado, 29 de agosto de 2009

Sucesos de un lugar...

Una vez en un bar un amigo me contó una historia que cuanto menos es interesante.
Me dijo que en un pueblo llamado Mágina tranquilo y sosegado tiempo atrás se asentaron unas personas que cuanto menos querían paz y tranquilidad, me comentó que corrían rumores de vientos de guerra, en fin una serie de cosas que hicieron que su pueblo empezara temer por todos y cada uno de los rumores que corrían por las calles de la propia Mágina y los pueblos de alrededor, me dijo que la ciudad que era soleada empezó a tomar un tono gris, que en las plazas no había chiquillos jugando al balón o niñas jugando a la comba... las calles cada vez más desiertas recordaban a la de un pueblo fantasma. Era por que según él el pueblo se estaba convirtiendo en la habitación donde tenias que compartir cama con el miedo, mientras me comentaba eso yo pensé que tampoco podría ser para tanto pero siguió relatándome el suceso que cada vez tomaba tintes más dramáticos, comento que ya ni los adultos se atrevían a hacer nada y que se quedaron en sus casas esperando un hipotético juicio final me dijo que ante el tono que estaba adquiriendo el pueblo decidió emigrar a Madrid con su familia. Dijo que al año siguiente volvió a Mágina y que el pueblo entero había muerto por miedo, de no salir a la calle de que pasase algo que rompiera su rutina, me dijo que la única solución que le vio al pueblo cuando aun podía recuperarse era la de Fuenteovejuna todos a una...

viernes, 28 de agosto de 2009

Busqué mi paraíso encontré un muro
No es tu culpa fui yo tranquila
Surco el barco que recorre el mar
De la amargura, capitán del velero
Soy fui y seré ¿despertaré?
Quizás fue un mal sueño que deslumbró
O una tormenta como tantas pasajeras
Pero no se tal vez mi vida sea esto
Estoy cansado de que consuelen las musas
¿Qué busco?, ahora no lo se ¿donde está?
Si hay tanto por que tanto no me busca
Silenciaré como siempre el corazón
¿Será para siempre?

jueves, 27 de agosto de 2009

Trato de Recordar

Trato de recordar
Porqué quise olvidar
No se porqué estoy
En esta prisión de mi mente
Busco por las calles mi razón
¿Será por el corazón?
No se, un fugaz beso que costó
Una lágrima de más
Quizás sea que no encontré
Una risa que me diera luz
Pensé que sería eso
Tal vez sea por el rigor
De las nubes que se ven
En el horizonte, mercado hundido
Sentimiento perdido
Alfombras de madera que compran el mundo
No conozco la razón...
Ahora se que vivo feliz
Quizás un poco más vacío
Pero aquí sigo
Buscando, buscando mis razones.

sábado, 22 de agosto de 2009

Buscando..

Habló el silencio, o eso diría un poeta pero en mitad de aquella noche fría un grito desgarro la calma yo desde mi habitación sentía lo que pasaba y no era nada grato.
Tan fuerte pegaba aquella persona que decía ser mi padre a mi madre que las paredes de mi cuarto retumbaban y pensaba que podría caerse sobre mí el techo. No era un grato pensamiento pero cuando se iba al bar y me quedaba yo solo con mi madre le hablaba y le daba palabras de calma parecía sentirlas pues se acariciaba la barriga y me decía que pronto pasaría el bache que algún día mi padre se daría cuenta de que era malo lo que hacía contra ella.
En fin mi madre era capaz de mantener la esperanza en ocasiones adversas pero sinceramente yo era mas realista que ella y pensaba que como no hiciésemos las maletas para irnos lejos a los dos no nos quedaría mucho tiempo pues los golpes que a mi madre le daba también los recibía yo también.
-Hijo tranquilízate que pronto pasará- decía
-¿Estas segura? respondía yo, - Las personas como el no cambian pues se han criado con eso desde que nacieron no es que sus padres le pegaran directamente a sus madres si no que el ambiente era de total machismo y ellos aprenden que las mujeres son solo objetos, cuando eso no es cierto ya que son nuestras balsa de emergencia en mitad de las tormenta, nos dan la vida, calor durante nueve meses nos protegen ante la tempestad- Cuando le respondí esto a mi madre se quedo dubitativa y decidió hacer las maletas e irnos a casa de los abuelos para pasar allí una temporada hasta que encontrase casa propia, trabajo y calmar la situación.
Pero esto y un papel que le dio a mi padre un juez podía seguir con su rutina de miedo por que el era un bebé ya que dependía totalmente de mi madre tanto como para pegarle como para vivir, cuando lo vimos por la calle de mis abuelos estaba totalmente desarrapado y sucio.
Palmo y medio se coló por la garganta de mi madre lo sentí con ella aunque a mi en ese momento no me pasaba nada solo sentí que mi madre callo y que poco a poco se estaba quedando fría y eso no me gustaba al igual que ella yo también empecé a tener frío y me mareaba mi cabeza se movía sin freno hasta que me dormí un poco más profundo de la cuenta.
Abrí un poco los ojos y un fogonazo me dio directamente en los ojos, no estaba con mi madre vi la cada de mis abuelos llorando y a la par riendo, pero yo estaba confuso estaba en una sala con otros niños como yo todos pelones y muy pequeños y allí me quede yo buscando a mi madre.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Desde el burladero.

Salió desde los toriles
Quinientos quilos de hiel
Que fueron a herir directamente
Y se fue ella herida de asta
Yo no supe nada estaba en la sombra
Distraido por esto y lo otro
Bajé la vista y en la arena vi sangre
Empecé a comprender lo sucedido
Veinte centimetros por debajo de el abdomen
Cuando baje a socorrerla me quede
alli en el burladero ellos me impidieron
y alli me quedé mirando desde el burladero

domingo, 16 de agosto de 2009

Recuerdos de mi patria.

Parece que fue ayer, cuando todavía era rey de aquella Granada quien en alianza con nuestro esfuerzo erigió la mayor maravilla de Al-Andalus, parece que fue ayer cuando paseaba por sus calles, empedradas sinuosas, descansaba del trabajo realizando tertulias con mis compadres en las fuentes, o aquellos huertos que divisaba desde la alcazaba los huertos en flor y los agricultores esmerándose en el campo, parece que fue ayer...
Ocurrió allá por el año de 1492 cuando fui expulsado junto a mis hermanos de mi Granada, aun añoro el amanecer los atardeceres junto a mi familia, por aquel entonces vivía feliz en una buena posición en la corte, junto al Califa tratábamos de gobernar lo mejor posible nuestro último reducto de la que antaño fue nuestra tierra, pero me daba igual que hubiésemos perdido Castilla, Jaén, la magnifica Córdoba, yo amaba a mi tierra granadina. Tratábamos a los comerciantes castellanos con todo respeto y a todas las personas que venían, la única condición que nos pusieron fue pagar las parias era un precio pequeño para tal maravilla, pero no fue así los que ahora llaman Reyes Católicos Isabel y Fernando junto con su ejercito nos expulsaron de nuestro hogar, aun lo recuerdo... bien podría ser la casa del gran profeta, bien nos podrían haber respetado, perdón pero es que me embeleso hablando de mi hogar.
Tratamos de defendernos pero la superioridad española era aplastante, cuando estaba ya perdida la batalla en una de las treguas se acercó un joven capitán llamado Gonzalo (que luego pasaría de joven a gran) para negociar la rendición de la plaza, las condiciones que puso fue que diéramos la plaza sin resistencia y que todos aquellos que quieran quedarse deberían convertirse al catolicismo, yo por mi posición no podía quedarme como cristiano aunque lo hubiese de muy buena gana debido a mi posición junto al resto de generales y de hombres importantes de la corte aceptamos las condiciones que nos pusieron los Reyes cristianos a través del Gonzalo Fernández.
Aun recuerdo las palabras que me dijo mi madre al salir "llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre" aun recuerdo la contestación que no le di "lloro como mujer que pierde un hijo para que mis súbditos puedan disfrutar de esta noble tierra cosa que no puedo hacer por mi posición".
Aún recuerdo mi bella Granada.

jueves, 13 de agosto de 2009

El perro del hortelano (Extraído de Internet y la memoria popular)

Un labriego tenía un enorme perro como guardián de sus extensos cultivos. El animal era tan bravo que jamás ladrón alguno se atrevió a escalar la cerca de los sembrados.
El amo, cuidadoso de su can, lo alimentaba lo mejor que podía, y el perro, para mostrar su agradecimiento, redoblaba el cuidado de los campos.
Cierto día, el buey del establo quiso probar un bocado de la alfalfa que su amo le guardaba, pero el perro, poniéndose furioso y enseñándole los dientes, trató de ahuyentarlo.
El buey, reprochando su equivocada conducta, le dijo:
- Eres un tonto, perro envidioso. Ni comes ni dejas comer.
Y añadió: - Si el amo destina a cada cual lo que le aprovecha y la alfalfa es mi alimento, no veo que tengas razón para inmiscuirte en negocio ajeno.

Agua que no has de beber,
amigo, déjala correr.

Fin

Poema nº 1

Una calma que busqué
Una copa de bilis del trago
Día a día buscando un rallo de luz
Esta estragos de un mal sueño
Silencio viene alguien
La encuentro, una felicidad
La sueño, sin dueño
Pienso que un día cabalgare en su lomo
Horizonte se mi mapa
Para ir a ninguna parte
Allí donde encuentre un susurro
Que me diga no me niegue
Allí donde pueda vivir feliz.

martes, 4 de agosto de 2009

El campesino y el rey.

Había una vez un joven campesino que trabajaba la tierra como vasallo del rey. El año anterior la cosecha había sido muy buena y todas las personas del reino vivieron bastante bien, pero el clima todos sabemos que es caprichoso y en ocasiones juega al despiste.
Bien pues después de doce meses de respeto mutuo entre la tierra y las lluvias heladas y todo aquel fenómeno atmosférico imaginable, esta vez decidió jugar a marchitar las cosechas, bien por heladas, inundaciones o sequías, no hubo cosecha.
El crudo invierno llego al reino y un consejero informó al rey: -Señor, las reservas de alimento son muy bajas solo podemos alimentar a la nobleza o al pueblo, la decisión es suya.- El rey pasó varios días meditando la situación y decidió dar de comer a la nobleza.
El pueblo cada vez más hambriento y enfurecido se reveló contra la regia figura y la nobleza. La rebelión fu rápidamente sofocada por el ejército y los nobles pero un reducto de campesinos se atrinchero en el castillo junto al rey.
- Señor el motivo de nuestra revuelta es la escasez de alimentos-
- Yo que culpa tengo que Dios nos halla castigado con este año de penurias-
- Eso es cierto pero usted es culpable del mal reparto de alimentos-
- ¿Te estás oponiendo a la voluntad de Dios? Te recuerdo que soy rey gracias a la voluntad de nuestro Señor-
- La palabra de Dios también dice que hay que compartir y que...- Los solados entraron en la sala y dispararon una lluvia de flechas contra los campesinos, una saeta alcanzo al rey en la garganta.
El campesino y el rey cayeron juntos al suelo heridos de muerte,
- Es la voluntad de Dios-

Nota: este cuento no es partidario de ninguna religión.

sábado, 1 de agosto de 2009

Cuento de una noche de verano

Estaba yo, joven e insensato jugando por mi barrio era una noche cálida de agosto.
Corríamos todos los chavales de nuestra edad tras un balón presumiblemente jugando al fútbol, cuando nuestras madres nos llamaron para ir a dormir a la casa yo me quedé buscando mi pelota con la cual jugábamos todos los días pues un chiquillo del barrio le había dado una patada y la había perdido.
Acompañado por mi amigo Nacho y mi hermano Pedro buscamos y buscamos y al final la encontramos, el lugar no era para pasar un rato sin sentir un escalofrío en la espalda pensando que hay personas peores que los malos de la series de la televisión. Efectiva mente un grupo de cinco o seis personas mayores que nosotros nos rodearon, sudaban mis manos, un escalofrío me recorrió la espalda entonces uno del grupo rompió el hielo:

- Me gusta tu balón, ¿me lo das?- yo ante la pregunta un poco avergonzado y con bastante más de miedo respondí con un soplo de voz:
- No, es mía...- Una caricia un poco más brusca de la cuenta dio en mi cara. Como chico inmaduro que era no tuve más remedio que llorar (pues no estaban mis padres y mi hermano y mi amigo estaban tan pálidos como yo.) En esto que para demostrar su valía ante unos críos estos chavalotes decidieron pasar a cosas más serías, pero entonces en un acto de valentía (o de cobardía) mi hermano y Nacho se enfrentaron a estos matones, con un par de patadas en la espinillas, unos cuantos mordiscos y algún que otro golpe bajo se zafaron de ellos y corrimos como alma que lleva el diablo a nuestras casas.

Cuando llegué a mi casa mi padre me regañó, mi madre me acosó a preguntas, pero mi mente estaba ocupada asumiendo una verdad bastante importante que tenía un hermano y un amigo que no los podría cambiar por un balón.

Cien conocidos son amigos
Un amigo de toda la vida a fondo te ha conocido