domingo, 16 de agosto de 2009

Recuerdos de mi patria.

Parece que fue ayer, cuando todavía era rey de aquella Granada quien en alianza con nuestro esfuerzo erigió la mayor maravilla de Al-Andalus, parece que fue ayer cuando paseaba por sus calles, empedradas sinuosas, descansaba del trabajo realizando tertulias con mis compadres en las fuentes, o aquellos huertos que divisaba desde la alcazaba los huertos en flor y los agricultores esmerándose en el campo, parece que fue ayer...
Ocurrió allá por el año de 1492 cuando fui expulsado junto a mis hermanos de mi Granada, aun añoro el amanecer los atardeceres junto a mi familia, por aquel entonces vivía feliz en una buena posición en la corte, junto al Califa tratábamos de gobernar lo mejor posible nuestro último reducto de la que antaño fue nuestra tierra, pero me daba igual que hubiésemos perdido Castilla, Jaén, la magnifica Córdoba, yo amaba a mi tierra granadina. Tratábamos a los comerciantes castellanos con todo respeto y a todas las personas que venían, la única condición que nos pusieron fue pagar las parias era un precio pequeño para tal maravilla, pero no fue así los que ahora llaman Reyes Católicos Isabel y Fernando junto con su ejercito nos expulsaron de nuestro hogar, aun lo recuerdo... bien podría ser la casa del gran profeta, bien nos podrían haber respetado, perdón pero es que me embeleso hablando de mi hogar.
Tratamos de defendernos pero la superioridad española era aplastante, cuando estaba ya perdida la batalla en una de las treguas se acercó un joven capitán llamado Gonzalo (que luego pasaría de joven a gran) para negociar la rendición de la plaza, las condiciones que puso fue que diéramos la plaza sin resistencia y que todos aquellos que quieran quedarse deberían convertirse al catolicismo, yo por mi posición no podía quedarme como cristiano aunque lo hubiese de muy buena gana debido a mi posición junto al resto de generales y de hombres importantes de la corte aceptamos las condiciones que nos pusieron los Reyes cristianos a través del Gonzalo Fernández.
Aun recuerdo las palabras que me dijo mi madre al salir "llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre" aun recuerdo la contestación que no le di "lloro como mujer que pierde un hijo para que mis súbditos puedan disfrutar de esta noble tierra cosa que no puedo hacer por mi posición".
Aún recuerdo mi bella Granada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario