sábado, 22 de agosto de 2009

Buscando..

Habló el silencio, o eso diría un poeta pero en mitad de aquella noche fría un grito desgarro la calma yo desde mi habitación sentía lo que pasaba y no era nada grato.
Tan fuerte pegaba aquella persona que decía ser mi padre a mi madre que las paredes de mi cuarto retumbaban y pensaba que podría caerse sobre mí el techo. No era un grato pensamiento pero cuando se iba al bar y me quedaba yo solo con mi madre le hablaba y le daba palabras de calma parecía sentirlas pues se acariciaba la barriga y me decía que pronto pasaría el bache que algún día mi padre se daría cuenta de que era malo lo que hacía contra ella.
En fin mi madre era capaz de mantener la esperanza en ocasiones adversas pero sinceramente yo era mas realista que ella y pensaba que como no hiciésemos las maletas para irnos lejos a los dos no nos quedaría mucho tiempo pues los golpes que a mi madre le daba también los recibía yo también.
-Hijo tranquilízate que pronto pasará- decía
-¿Estas segura? respondía yo, - Las personas como el no cambian pues se han criado con eso desde que nacieron no es que sus padres le pegaran directamente a sus madres si no que el ambiente era de total machismo y ellos aprenden que las mujeres son solo objetos, cuando eso no es cierto ya que son nuestras balsa de emergencia en mitad de las tormenta, nos dan la vida, calor durante nueve meses nos protegen ante la tempestad- Cuando le respondí esto a mi madre se quedo dubitativa y decidió hacer las maletas e irnos a casa de los abuelos para pasar allí una temporada hasta que encontrase casa propia, trabajo y calmar la situación.
Pero esto y un papel que le dio a mi padre un juez podía seguir con su rutina de miedo por que el era un bebé ya que dependía totalmente de mi madre tanto como para pegarle como para vivir, cuando lo vimos por la calle de mis abuelos estaba totalmente desarrapado y sucio.
Palmo y medio se coló por la garganta de mi madre lo sentí con ella aunque a mi en ese momento no me pasaba nada solo sentí que mi madre callo y que poco a poco se estaba quedando fría y eso no me gustaba al igual que ella yo también empecé a tener frío y me mareaba mi cabeza se movía sin freno hasta que me dormí un poco más profundo de la cuenta.
Abrí un poco los ojos y un fogonazo me dio directamente en los ojos, no estaba con mi madre vi la cada de mis abuelos llorando y a la par riendo, pero yo estaba confuso estaba en una sala con otros niños como yo todos pelones y muy pequeños y allí me quede yo buscando a mi madre.

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